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La Hoja Federal

Bandera Argentina

A? 1 - N?ero 26

Rep?lica Argentina, Viernes 31 de Diciembre de 1999
?gano de prensa del
Partido Federal

Av.de Mayo 962 - Buenos Aires


? Febo asoma !

Editorial

Sus rayos anuncian la llegada del a? 2000

As?como algunos soci?ogos y polit?ogos pusieron el nombre de referente vaci?/i>, a toda entidad, persona o cosa que el com? de la gente necesita para acomodar a su necesidad, el a? 2000 es un aspecto temporal que merece esa calificaci?.
En lo que hace a las necesidades de probar alguna teor?, lo m? com?, en nuestro pa?, es tomar alg? referente vac?, y en muchos casos son los Estados Unidos, veremos que all? suceden las cosas m? diversas; es com? escuchar: en Estados Unidos hay un lugar donde mantienen vivos a seres extraterrestres, en Estados Unidos... etc., etc.
Si quien habla pretende demostrar alguna teor? que corresponda con el sistema judicial all?instaurado, dir? En Estados Unidos los jueces son incorruptibles, mientras que sus detractores afirmar? lo contrario sin poder probar lo que nunca puede ser general o absoluto en ning? lugar del mundo.
Si recordamos lo que se dec? sobre la llegada del a? 2000 hace algunas d?adas, advertiremos que los autom?iles iban a volar y que todos los ciudadanos del mundo tendr?n uno y tambi? habr? televisores tridimensionales al alcance de cualquiera, y muchos avances tecnol?icos m? que, de acuerdo a necesidades coyunturales de cada ?oca, observaron vertiginosos desarrollos en algunos casos y postergaciones en otros.
Los m? apocal?ticos, advirtieron que esta noche la poblaci? mundial iba a rebalsar el planeta, que no alcanzar?n los alimentos, que el mundo se encontrar? sometido a alg? r?imen totalitario central que dispondr? de las vidas de sus s?ditos.

Y por qu?no, atribuir a este cambio resultante de la costumbre humana de medir el tiempo, el tan solicitado fin del mundo, mediante plagas, desastres ecol?icos o alguno que otro meteorito enorme que nos devaste, como si natura supiera con precisi? de segundos que luego de 2000 a?s de nacer Nuestro Se?r Jesucristo, la Tierra o la raza humana debieran dejar de existir luego de haber transcurrido una incontable cantidad de a?s desde su creaci? en el universo.
Evidentemente, los n?eros son necesarios para los seres humanos, y tambi? lo son las creencias en cosas inveros?iles, los pron?ticos optimistas y los pesimistas.
Resulta necesario tambi? que cada uno de nosotros le siga adjudicando a determinadas fechas alg? suceso de acuerdo a sus necesidades, ya que ello es caracter?tico de los mortales y en muchos casos forma parte de creencias o proyectos personales; lo curioso es que algunos religiosos iluminados y otros sigan advirtiendo alegremente: ? Se viene la fin del Mundo !.
Resultar? parad?ico apostar todos los bienes personales contra las teor?s de estos personajes apocal?ticos, acto al que estoy enteramente dispuesto.
La esperanza para este cambio de d?ito, es que toda la carga positiva que depositamos en este instante que va transcurriendo por cada sitio de la Tierra por la que pasa la media noche, se cumpla, y que los recuerdos desde el nuevo d? nos haga aprender de lo que nos equivocamos durante el 1900.


Impuesto a la Esperanza
Por Mart? Borrelli

Recurrentemente la Argentina se ve forzada a realizar un ajuste fiscal. Con la reciente aprobaci? del paquete impositivo por parte del Congreso, suman cuatro los ajustes en los ?timos cinco a?s y siempre con la misma particularidad: el eje de la reforma pasa por el agravamiento de impuestos ya creados. La excusa siempre es la misma, el descalabro fiscal heredado, tal el discurso que ahora esgrime el presidente De la Rua, el mismo que no tuvo ning? reparo durante toda la campa? electoral en decir que iba a bajar los impuestos.
La alianza parece no aprender de las lecciones del pasado: cuando hay desequilibrio en las cuentas p?licas, lo que corresponde es bajar el gasto p?lico y no aumentar la presi? tributaria. Am? de castigar de manera implacable a todos aquellos que est? en la econom? en blanco (asalariados medios y altos), este aumento de impuestos conspira contra el proceso productivo: absorbe recursos del sector privado para transferirlos al sector p?lico y en ?tima instancia, genera una desventaja competitiva al agregarle mayores costos a la producci? y los servicios desalentando las nuevas inversiones, que es donde se espera que surjan las nuevas fuentes de trabajo. Se advierte as?una contradicci? entre el objetivo de eliminar el d?icit fiscal, bajar el desempleo que asciende a 13,8 % de la poblaci? activa y generar nuevo flujo de capitales.
Lamentablemente, el paquete presenta un sesgo netamente fiscalista sin atacar el problema del gasto, que entre 1995 y 1999 aument? 7.500 millones. Es aqu?donde hay que atacar fuertemente. Espera recaudar 1.900 millones m? para mantener el d?icit equilibrado, pero lo m? probable es que no s?o no consiga esta meta sino que se reduzca la tasa de crecimiento del pa? y aumente la evasi? tributaria.

Adem?, en el corto plazo, los sobrecostos por mayor carga tributaria se trasladar? a los precios. ?Qu?mensaje est?mandando el gobierno a la poblaci? honesta, que paga sus impuestos? Alguien tiene que pagar y ser? ustedes, los rehenes del sistema, los que est? en relaci? de dependencia y no se nos pueden escapar, los que consumen bienes primarios, los que pagan el IVA en cada transacci?.
Tampoco ha habido grandes definiciones sobre las finanzas p?licas provinciales, cuyo d?icit en su conjunto representa 3.200 millones. Este es el meollo de la cuesti? que la Alianza parece ignorar. Mientras el 63% del gasto p?lico total est?en manos de las provincias, ?tas s?o aportan un tercio del total recaudado, lo que conspira contra un sano comportamiento fiscal.
En definitiva, algunas cosas han quedado en claro: 1) las promesas de campa?, son solo eso, promesas; 2) la Alianza no ten? ning? plan econ?ico preparado para enfrentar la crisis, a? a sabiendas que habr?n de ser gobierno; 3) los m? castigados son curiosamente aquellos que m? aportan al mantenimiento de las cuentas fiscales.
A fines de los ochenta, George Bush pas?a la historia de los Estados Unidos por una frase: "Read my lips, no more taxes" con la cual gan?la elecci? presidencial y no logr?la reelecci? por haber incumplido esa promesa. Esperemos que la Alianza tenga presente esta lecci?.

Mart? Borrelli
Presidente del Partido Federal


 

 

Cartas

a

La Hoja Federal

 

 

 

 

 

 

 

 

Nos escribe
el Contador Osvaldo Malamud

Se?r Director:
Les mando estas l?eas para decirles que estoy muy de acuerdo en "no apoyar las medidas propuestas, por la alianza gobernante, sobre la reforma impositiva.
Si queremos hacer alguna reforma impositiva, existen m?odos m? efectivos y razonables para que la unidad fiscalizadora "DGI" ejerza su obligaci? de polic? y no busque la manera de pedirle que se sacrifiquen siempre los mismos.
El otro d? escuch?un comentario muy interesante "Donde ir?s a cazar animales salvajes?, en la selva o en el zool?ico?", si la respuesta es en el zool?ico, el concepto fiscalista que tiene el administrador es muy pobre.
Todo gran cambio debe estar formado por un gran ejercicio mental, este concepto debes estar ligado al concepto social de la econom? del estado.
Mi propuesta es muy simple, de f?il aplicaci? y control, pero de mucha
voluntad pol?ica y social, de lo contrario es un esfuerzo vano.
De la propuesta que estoy ablando es muy sencilla y parte de la base de que toda persona est? alcanzada por el impuesto a las ganancias, con una tasa promedio alta, y el IVA como pago a cuenta de Ganancias, a una tasa relativamente baja, de ?ta manera todos exigir?mos la factura, donde el IVA debe estar desglosado, y hacer en forma sencilla y prolija la DDJJ anual para los peque?s contribuyentes.
Toda esta propuesta, que a simple vista resulta sencilla, debe estar acompa?da con normas y conceptos muy claros que no permitan dudas o elusiones.
De ?ta manera eliminar?mos impuestos con efectos distorsivos y evitar?mos una gran evasi?.
S?muy bien que muchos contadores perder?mos clientas y trabajo, pero tendr?mos la posibilidad a dedicarnos a otras actividades dentro de la profesi?.
Sin otro particular y dese?doles una muy Feliz Navidad y pr?pero A? Nuevo, los saludo a todos muy atentamente.

Cdr.  Osvaldo R. Malamud

La Hoja Federal

Director
Gustavo P. Forgione

Correo electr?ico: hoja@infored.com.ar  

Tel?onos:
Lectores y Redacci?:
(0 11) 15-5109-8824
Director:
(02901) 43-1840

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