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La Hoja Federal

Bandera Argentina


A? 3 - N?ero 57

Rep?lica Argentina, 5 de Noviembre de 2001
?gano de Prensa del
Partido Federal

Av.de Mayo 962 piso 1?
C1083AAR - Buenos Aires


Sumario:
Sin m?gen para el error - Por Mart? Borrelli
Clamor de mayor?s silenciosas - Por Gustavo B?iz


La reprogramaci? de la deuda es la ?ica medida importante del paquete que anunci?Cavallo
Sin margen para el error
Por Mart? Borrelli

Los 27 minutos del mensaje presidencial del pasado jueves bien podr?n haberse reducido a tan solo tres palabras: “Sangre, sudor y l?rimas”. Porque es esto lo que nos espera a los argentinos en los pr?imos a?s. El que diga lo contrario, miente. Y el presidente, como m?ima autoridad del pa?, deber? haber puesto blanco sobre negro y acometido de una buena vez, todas las reformas que se deben hacer. Es tan dram?ica la situaci? del pa? que Presidente Fernando de la R?De la Rua ten? la oportunidad hist?ica de convocar a un sacrificio final que incluyera una reforma total del estado y del sistema pol?ico, antes de que el cartel The End caiga anticipadamente sobre este gobierno. Pero una vez m?, como no asumiendo el rol que le corresponde, deposit?toda la responsabilidad en su Ministro de Econom? y dej?pasar la oportunidad hist?ica surgida del masivo voto en blanco y anulado, de liderar la reforma de las instituciones para mejorar el gasto y la eficiencia.
En un esfuerzo desesperado, Cavallo, despu? de reconocer d?s atr? que todos sus trucos hab?n fracasado, ech?mano de la medicina que menos quer? tomar y finalmente - aqu?radica su inteligencia - se dio cuenta de que deb? encarar el canje de los t?ulos de la deuda p?lica, que muchos pol?icos y economistas ven?n reclam?dole desde que asumi?en marzo.
A
lgunos - gen?icamente enemigos del capitalismo - han interpretado esto como un merecido ajuste al sector financiero. Al fin y al cabo, Patricia Walsh y Luis Zamora ganaron tres bancas bajo la consigna “que el ajuste lo paguen los ricos”. Decididamente, muchos piensan as? pero no se dan cuenta que esto no es una victoria: hubiese sido preferible no recurrir a esta soluci? porque los inversores internos y externos, sobretodo estos ?timos, dif?ilmente vuelvan a poner un solo cobre en nuestro pa? en el futuro. Han confirmado en sus propios bolsillos que en estas comarcas, la seguridad jur?ica es un principio desconocido (cosa que los aut?tonos lamentablemente ya lo sabemos hace rato). Y en esta suerte de penal sin arquero, bancos y AFJP –los acreedores locales-  deber? resignarse a cambiar sus papeles a una tasa sensiblemente inferior. Finalmente, “cambiar? rentabilidad por seguridad”, como destac?el asesor estrella, Jacob Frenkel.
?
Hab? otra soluci? para el problema de la deuda? Creemos que no. Pero las cosas por su nombre: esto no es un canje voluntario, es compulsivo, y como tal nos coloca cerca del default porque al no depender de nosotros sino de la voluntad de ellos, bien puede quedar en la nada, sobretodo en el tramo externo. Esto es cierto, tanto como que no intentar la renegociaci? nos llevaba derecho a la cesaci? de pagos. Como no queremos ser el Per?de Alan Garc? o la Rusia de 1998, que lleg?a los 6.890 puntos de riesgo pa?, no quedaba otro camino. La pregunta que nos hacemos es ? por qu? se dej?llegar la situaci? hasta estos l?ites ?

Argentina es un gran pa?, pero est?llena de argentinos...
Despu? de la paliza del 14 de octubre, el Presidente demor?15 d?s en renovar (?o empeorar?) su gabinete y 20 en anunciar el nuevo plan. Acaso De la Rua no sab? desde hace meses que el d? despu? iba a tener que tomar decisiones de fondo? En el medio, discuti?9 d?s con los gobernadores por la coparticipaci? y dej?a todos, propios y extra?s, insatisfechos. Acaso los gobernadores no saben que tarde o temprano van a terminar pactando con la Naci? porque de lo contrario no llegan a fin de a? ? La recaudaci? viene bajando parejo en septiembre y octubre: 10,4 y 11,3% respectivamente. Los dep?itos que se fueron del sistema (14.000 millones entre marzo y el 31/10) nunca m? volvieron. Las proyecciones de crecimiento m? serias para el 2002 nos situaban en -1,5%. Acaso Cavallo no sab? desde septiembre que con estos n?eros el d?icit cero ser? imposible de cumplir y que la renegociaci? era necesaria mucho antes ?
Es muy frustrante reconocerlo, pero pareciera que los argentinos como sociedad, s?o reaccionamos frente a situaciones l?ite, que no somos capaces de conductas m? racionales que nos eviten la zozobra y la angustia. Podremos a partir de ahora, comprometernos a actuar de manera m? civilizada e inteligente ? Algunas se?les lo ponen en duda.

Sin margen para el error para los gobernadores y el Congreso
La ?tima bala en la carabina de De la Rua y Cavallo es laCongreso Nacional renegociaci? de la deuda, la que s?o es posible en el marco de las facultades delegadas por el Congreso al Ejecutivo en el mes de marzo. Con esas facultades se negocia en el plano externo. Sin embargo, el PJ y el ARI est? impulsando quitarle esas facultades al Ejecutivo y reasumir el manejo de la deuda. Para qu?? Para estudiarlo en Comisi? y mientras tanto ver al pa? volar por los aires? Ya fue aprobado un dictamen en la comisi? de Asuntos Constitucionales –que como miembro de la misma no firm? para sacarle los poderes al Ejecutivo.
P
or su parte, los gobernadores, con el apoyo del bloque del PJ patrocinan la coparticipaci? del impuesto al cheque, lo que le quitar? al plan un elemento fundamental como es la garant? de la recaudaci? nacional para los nuevos t?ulos que va a emitir el pa? al 7% anual. Hasta ahora, dicho impuesto ha sido fundamental para que la recaudaci? no se derrumbe a niveles nunca vistos. Se animar? los diputados de la oposici? a colgar la cuerda en la casa del ahorcado?
Existe la impresi? de que todos descargan su responsabilidad en el Poder Ejecutivo como si nada tuvieran que ver en esta historia. Pero se equivocan: hoy es tan responsable un legislador como un gobernador, un dirigente empresario como un sindicalista.

El resto de las medidas
N
o se aprecia que muchas de las medidas pro activas anunciadas vayan a dar los resultados esperados.
Veamos: 1) Que los empleados vayan a recuperar un 6% de sus aportes a las AFJP, pero que paralelamente, una gran cantidad de ellos (los de salarios m? altos) se vea obligado a pagarlo al estado en concepto de impuesto a las ganancias (por cambio de categor?), suena incoherente y en nada va a contribuir a la reactivaci?; 2) como la rebaja tambi? alcanza a los aportantes al estado ?te resignar?$ 50 millones para la recaudaci? previsional desfinanciando el sistema; 3) tampoco la rebaja del 3% y del 5% a las compras efectuadas con tarjeta de d?ito va a impactar en el consumo; es irrelevante. 4) con $ 30 por hijo y $ 100 para mayores de 75 a?s, a cambio del recorte de otros beneficios, no se puede esperar una gran reactivaci?; 5) una inc?nita envuelve al blanqueo de capitales. Por qu?alguien repatriar?dinero del exterior cuando en el pa? hay salida de capitales?.
L
a reducci? del IVA a porcentajes razonables (entre el 8 y el 11%) , la eliminaci? del impuesto a los sellos e ingresos brutos en las provincias y un decidido combate a la evasi? y el contrabando son algunas de las medidas que todos los argentinos estamos esperando.
Por lo dem?, el plan de obras p?licas ya no suena cre?le ni para el propio gobierno que lo anunci?y lo suspendi?una decena de veces, y respecto del plan social no se ha dicho de donde se va a extraer semejante cantidad de fondos.

Sin liderazgo pol?ico no hay salida
Se ha repetido hasta el hartazgo pero es verdad: si el Presidente no recupera el poder pol?ico, ning? sacrificio alcanzar? porque la crisis de confianza nace a partir de las debilidades que el presidente exhibe a cada paso. Los berrinches de los gobernadores y las bravuconadas de los diputados de la oposici? ser?n una an?dota si por encima de todo eso se alzara la figura de un presidente que convocara a la naci? hacia un horizonte de grandeza. Lamentablemente, cada vez que el presidente utiliza la cadena oficial es para anunciar ajustes y repartir miserias. As?es dif?il imaginar un destino compartido para todos. En este contexto, el papel de la oposici? debe ser el de permitir las condiciones para que los pasos vacilantes de este plan econ?ico alcancen su objetivo. Nadie puede hacerse el distra?o. Nadie puede permitirse el lujo de equivocarse en este partido.Diputado nacional Mart? Borrelli


Dr. Mart? Borrelli
Diputado Nacional
mborrelli@diputados.gov.ar
Presidente del Partido Federal


Clamor de mayor?s silenciosas
Por Gustavo Beliz

Las ?timas elecciones constituyen una aut?tica rebeli? c?ica contra un modo de hacer y entender la pol?ica. La gente no ha votado en contra de la democracia sino a favor de una mejor democracia. Construir m? y mejores canales de expresi? popular, que trasciendan la mera exteriorizaci? de una bronca, constituye el reto m? urgente que tiene hoy toda la dirigencia pol?ica argentina.
E
stas elecciones no ofrecen nada para festejar a quienes han accedido a una representaci?. S?tienen mucho para honrar. En primer lugar, honrar el compromiso de cambiar de ra? los vicios de gangsterismo, falta de transparencia y anomia que la pol?ica le ofrece hoy al conjunto de la comunidad.
R
etumba un "basta" enorme, estent?eo, de millones de argentinos que han dicho: "Basta ya a la lista s?ana, que engendra representantes impresentables. Basta ya a la mentira como modo de entender la funci? p?lica. Basta ya a la promesa incumplida de una campa? electoral. Basta ya a la pol?ica al servicio de los pol?icos y de espaldas a la gente. Basta ya a un gasto pol?ico obsceno".
D
e c?o se decodifiquen estos postulados desde los poderes del Estado depender?la reconstrucci? de una confianza que hoy se encuentra seriamente da?da en la Argentina. Corre tiempo de descuento en nuestras instituciones. Ortega y Gasset, sobre los escombros humeantes de la Espa? de posguerra, se pregunt? "Resta saber si nuestra patria es un pa? en ruinas o con ruinas".

Crisis o decadencia
L
a distinci? no es menor en la Argentina actual, porque implica distinguir el hilo sutil que separa la crisis de la decadencia. De las crisis se sale; de las decadencias se perece. Si el virus del hartazgo c?ico no encuentra r?ido el ant?oto de medidas ejemplares y cambios rotundos, la infecci? terminar? arrastrando instituciones, ?imos colectivos, horizontes econ?icos, dimensiones morales. Porque la tempestad de la anarqu? social y la disoluci? nacional est?ya instalada en el horizonte.
Debate de candidatos.E
s una ense?nza para todos: esta debi?haber sido la ?tima elecci? de una vieja ?oca, y no la primera de una nueva.
L
a Argentina sufre de demoesclerosis: un sistema representativo que no representa, un sistema capitalista sin capital, un sistema pol?ico sin estadistas, una econom? de consumo sin consumidores, un m?odo electoral sin posibilidad de elegir y que apenas permite optar por el mal menor. Un pa? empobrecido con dirigentes enriquecidos.
Es hora de emplear la imaginaci?, el coraje y la innovaci? para interpretar el rumbo de los nuevos vientos.

Gustavo B?izHay que repensar una a una todas las instancias de nuestra democracia. Se impone el debate sobre puntos de extraordinaria importancia si lo que se pretende es reconstruir el puente roto entre el pueblo y sus mandatarios. El nuevo Congreso debe concentrarse desde su mism?imo nacimiento en puntos que hacen a la esencia de nuestro andamiaje democr?ico: la obligatoriedad del voto; las elecciones internas abiertas y simult?eas en los partidos pol?icos; el monopolio partidario para la presentaci? de candidaturas; la posiblidad de introducir enmiendas, tachas y sustituciones en las listas de candidatos presentados; la duraci? y regulaci? de las campa?s electorales; la difusi? de encuestas previas a la elecci?; las audiencias p?licas como modo permanente de consulta popular; los presupuestos participativos para controlar el uso del dinero p?lico; la informaci? abierta y permanente de los actos de gobierno; las nuevas tecnolog?s de la informaci? y el voto electr?ico como modo de simplificar la tarea c?ica.

Pol?ica antipol?ica
M
ir?onos en el espejo de este aluvional voto impugnado y nulo que ha surgido en el pa?. Veamos sus riesgos, pero tambi? sus oportunidades. Es cierto que puede nacer de ? una subpol?ica irresponsable, desvinculada de lo social, despreocupada de toda construcci? colectiva, resentida en un doble resentimiento que se retroalimenta de ceguera ciudadana e indiferencia dirigencial. Pero no es menos cierto que puede encarnar tambi? la oportunidad de reivindicar una pol?ica antipol?ica, al decir de Vaclav Havel. Una pol?ica del hombre y no de los aparatos, de los principios y no de los esl?anes, de los valores y no de los precios de venta y canje, de los ciudadanos libres y no de los rehenes de internas, mafias o clientelismos. Una pol?ica que conecte nuevamente la acci? p?lica con los ideales de libertad, igualdad y fraternidad. Una pol?ica que ponga el voto bronca en acci?, y que a partir de ahora exija cambios indispensables en todas las instancias que han generado un rotundo rechazo de la ciudadan?.
B
asta, entonces, de jugar a la ruleta rusa desde lo m? alto del poder. Quien se tape los o?os frente a este estruendo pronunciado por la mayor? silenciosa, tendr?la sordera de los que suben alegremente al cadalso.

Dr. Gustavo B?iz


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