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La Hoja Federal

Número Extraordinario

Palabras del Dr. Andrés Fescina, presidente del Partido Federal durante el velatorio en el Salón Azul del Congreso de la Nación

Cumplo en despedir a nuestro jefe partidario y al amigo entrañable.
Quienes sentimos su convocatoria, su llamado a concretar una corriente política como la que él expresó, participamos de su ideario dirigido a poner en la superficie nacional todos los sectores del mas variado orden que integran la Patria. Pensando siempre en esa tan mencionada unión nacional que al juicio de Manrique solamente podría lograrse respetando las relevantes individualidades de sus históricos componentes federales. Surgió así nuestra agrupación partidaria.
Figuras cuyo paso dejan huellas como la de Manrique, siempre son controvertidas. No lo son aquellas que nunca han hecho aunque sea algo, que nunca sirvieron. Nuestra historia nacional es prueba acabada de ello, casi siempre guardan proporción equivalente, la exaltación y el antagonismo. Por lo menos el juzgamiento de los contemporáneos y con mucha frecuencia también desde la perspectiva histórica. Sobran los ejemplos.
Lo que nadie, desde ninguna posición puede negar es que fue un canto a la vida, a la militancia vital.
Se dio entero a la lucha por los valores que eran pautas invulnerables en su comportamiento público, privado y…humano. Amó como el que más la libertad, la democracia, la justicia y su actuación no paró en declamar sus ideales conductores, buscó todas las oportunidades para concretarlas en hechos y cuando pudo lograrlo, allí se lo vio plasmado políticas que relevaban en ese hombre tan fuerte, tan duro en apariencia, una sensibilidad social y humana que tal vez fueron sus dones más preciados, sus relieves mas valiosos.
En calidad humana fue la gestora de la amistad entrañable que nos cobijó a todos y que nutrió de esos vínculos indisolubles que trasciende a la vida misma de los protagonistas.
Su sabiduría y su experiencia, habían consolidado su convicción política, al señalarnos permanentemente que el mundo contemporáneo ha trascendido a las ideologías, que solamente importan y valen las ideas fecundas, dentro de los principios y valores fundamentales que él nunca resignó. Fue un generador de ideas y junto a ello su indudable capacidad, pasión y fuerzas para llevarlas a cabo.
Entonces, la convocatoria que nos deja y que siempre regirá nuestra conducta, será la de agudizar la imaginación para entregar al país ideas útiles, corazón para dotarlas de sentimientos y vigor para concretarlas. Descansa en paz.

Palabras del Dr. Carlos Becerra en nombre del Gobierno de la Nación durante el velatorio en el Salón Azul del Congreso de la Nación Palabras de la Diputada de la Nación Ruth Monjardin de Masci en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación Palabras del Concejal Dr. Guillermo Francos en el Honorable Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires

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