Este documento debe ser maximizado para verse correctamente.                                              También puede consultar La Hoja Federal en Internet

La Hoja Federal

La Hoja Federal

Periodismo de opinión, libre e independiente

Argentina


Año 18  Número 162

República Argentina, 24 de Febrero de 2016

Publicación de distribución electrónica
por suscripción



Termina un ciclo de catorce años con saldo negativo en todos los rubros

¡Adiós al default!

La ardua tarea ya comenzó y ha dado sus primeros frutos; sólo era cuestión de ir, sentarse y dialogar

 

Por Gustavo P. Forgione

Desde la primera edición de La Hoja Federal hemos hecho énfasis en la importancia que tiene el manejo de la deuda pública en forma racional, para sostener el precio del sistema financiero de un país.

Así, desde fines de los años '90 se escuchaban voces pretendiendo una suerte de jubileo del año 2000 para evitar el pago de los servicios de la deuda. Su sola mención, desde ámbitos políticos y más aún desde los propios candidatos de entonces para presidir el país, generó un aumento del precio de ese servicio, haciendo que toda financiación se torne más cara y, en muchos casos, imposible.

Por ese entonces, advertíamos lo que ocurriría si no se reducía el déficit fiscal, si el endeudamiento se abultara y, también, el desastre que cundiría si no se cumplieran los pagos parciales del servicio de la deuda.

Dado que no se redujo el gasto público y que las voces a favor de incumplir los pagos de los compromisos externos continuaron, la tasa de interés, es decir, el precio del dinero en préstamo, aumentó considerablemente para Argentina.

Toda esa corriente cultural que profesaba el aislamiento financiero del país, encontró su lugar en el gobierno que nos sometió desde 2002 a algo que los sofistas oficiales llamaron luego como "vivir con lo nuestro".

 

Un servicio

El sistema financiero cumple con la asistencia de quien va a pagar algo, ya sea para invertir o cancelar un vencimiento, y con el que tiene ese recurso; en definitiva, su función es la de vincular al que tiene un bien con el que lo necesita.

Como todo servicio, significa algo necesario e imprescindible para la vida de las personas, de las instituciones y de los países. Los servicios financieros no son más que eso, un servicio necesario.

Esto, que pareciera algo obvio y que no debería ser necesaria explicación alguna, pasó a convertirse en una patraña luego de que, durante más de una década, la propaganda oficial genere un nuevo paradigma en el cual se debe creer que el incumplimiento del pago de este servicio significa una virtud o conlleva algún beneficio abstracto difícil de explicar.

 

Pagar o no pagar, esa es la pregunta

Como todo servicio, su prestación tiene un precio que debe ser pagado, caso contrario, el servicio se termina; tal como podemos observar en forma doméstica si no pagamos el servicio de Internet, el de la tarjeta de crédito o el del gas corriente.

Increíblemente, el mismo Poder Legislativo que periódicamente autorizaba emisiones de deuda a precios cada vez mayores desde que se restituyó en 1983 hasta el golpe de estado al presidente de la Rua, se nutrió de miembros que vociferaron hasta perder el decoro, con el sólo fin de festejar los dichos de un fugaz presidente que declaró en 2002, ante la Asamblea Legislativa, la cesación de pagos de los compromisos externos de la Argentina, colocado allí por ese mismo cuerpo.

A partir de entonces se sucedieron varios episodios extraños a la razón: se sostuvo el incumplimiento de parte de la deuda; se demonizó a los suscriptores de bonos argentinos; se pagó anticipadamente al Fondo Monetario Internacional el capital e intereses de deuda mucho tiempo antes de su vencimiento y por un monto superior al prestado; se canceló la deuda al grupo de acreedores llamado Club de París, por un monto superior al adeudado; se insultó oficialmente al juez de New York que llevaba la causa y se instruyó a los ciudadanos más incautos para que clamen públicamente por la persistencia en el desacato.

Ante esta actitud, sostenida hasta los últimos días del régimen que abandonó el gobierno argentino el pasado 9 de diciembre, no llamó la atención la acción de quienes conducían la administración económica del gobierno; lo que sólo quedó para la anécdota: Resulta que, en medio de las negociaciones entre el mediador Pollack, los llamados hold-out y el estudio de abogados que representaba a nuestro país, llegó la noticia de que la misma presidente de la Nación y el entonces ministro de economía, despotricaban públicamente contra el mediador Pollack, los fondos buitres, el mismo juez Griesa y daban por terminadas las negociaciones que aún estaban en curso. Los abogados nombrados por el gobierno argentino se enteraron de esta situación por medio de los noticieros de TV al mismo momento que proponían soluciones, lo que ratificaron por los diarios al día siguiente. Aún hoy, esos protagonistas no pueden creer lo entonces ocurrido.

Daniel Pollack

La razón ante la fuerza

Con la nueva gestión de gobierno argentino, la situación cambió, tanto por suprimir la actitud de desacato e indiferencia de esta parte, como por la posición de enojo del juez de New York hacia la anterior posición displicente de nuestro país.

Afortunadamente, la razón primó sobre la fuerza, y esta nueva gestión designó funcionarios que fueron a sentarse con el fin de conversar y solucionar un problema, en vez de incrementarlo.

Hace un mes, el presidente Macri y el ministro Prat Gay, se propusieron concluir con este flagelo que nos castigó durante una década. Con el sólo hecho de ir a conversar en forma racional, sin ofensas ni demandas ridículas, la posición del juez Griesa cambió de declararnos desacatados y en rebeldía, a indicar que "debe solucionarse este problema en breve", a continuación, los hold-out de la demanda colectiva cedieron en sus demandas, hasta que el día 16 de febrero se supo que habían llegado a un acuerdo conciliador.

Seguidamente, el juez neoyorkino exhortó a los fondos para que hagan lo mismo, al punto de darles un ultimatvm para finalizar la cuestión a valores razonables; en una clara señal de que, ante la nueva posición argentina, Griesa se ha puesto del lado de una solución favorable con gran conveniencia para Argentina.

Thomas Griesa

A los tres días de ese acuerdo, Griesa falló a favor de Argentina respecto de la cláusula "pari passu", lo que permite realizar transacciones financieras sin la posibilidad de embargos como en el pasado; dando por finalizado el maldito "default", tan aplaudido por parte de quien ha sido cautivado por la otrora propaganda oficial.

 

Aún hay reticencias

Claramente, los más hoscos quieren seguir dando batalla, tanto por parte de los fondos como Elliot y Aurelius, cuyo objetivo es cobrar el total del capital, más los intereses ordinarios, punitorios y astreintes generados por el capricho del gobierno del matrimonio Kirchner, como también de parte de un puñado de ex funcionarios locales que encontraron algún beneficio en esta situación de quebranto del país, como Oscar Parrilli, quien quiere continuar la cesación de pagos, con el sólo fin de que siga vigente el plan explosivo dejado por la gestión anterior, que hemos comentado en el artículo "La Bomba ya está activada" del mes de junio pasado.

 

Nueva etapa

Con estas novedades, Argentina vuelve a formar parte de este sector del mundo que trata las cuestiones "racionales" de manera "racional".

Afortunadamente, la oposición más rabiosa no tiene apoyo del principal partido opositor, y hemos visto que, hoy mismo, varias voces del peronismo, con Miguel Ángel Pichetto a la cabeza, han desmerecido las ocurrencias de Oscar Parrilli y de la izquierda vernácula, de bloquear de cualquier modo las decisiones del presidente de la Nación.

Este posicionamiento del bloque opositor presume que se derogarán las leyes que traban la firma de los acuerdos con los acreedores y da un respiro a la nueva etapa, lo que permitirá reducir el costo financiero que nos vino depellejando desde aquel fatídico "pagadiós" cantado en 2002.

 

Objetivos propuestos

Este acuerdo nos permite el regreso al mundo real, que nos habilitará a reemplazar el financiamiento inflacionario del Banco Central por uno menos dañino.

No obstante repetir hasta el hartazgo que

 

"el único recurso genuino de financiamiento del estado son los impuestos pagados por los ciudadanos",

 

la financiación por emisión de deuda es imprescindible para la realización de grandes obras sin distraer los recursos ordinarios que solventan el gasto público.

Como ese gasto ha aumentado lujuriosamente durante los últimos años, el déficit fiscal no tenía otro sustento que el aumento y creación de impuestos, como así también el obligatorio desmedro del valor de la moneda por una creciente emisión, y el endeudamiento externo se resumía a créditos caros, turbios y peligrosos, inicialmente, por parte de Venezuela y, finalmente, por China; ante lo cual, el crecimiento no tenía otro lugar que en la letra de algún periódico de tinte propagandístico.

Aún hoy, el precio del dinero, que definimos como tasa de interés, hace imposible cualquier endeudamiento a precios y plazos razonables; hasta tanto el mercado internacional advierta que Argentina cambió, que volvimos a ser un país que entiende que el mundo es uno sólo, y que no es bueno enemistarse con el sólo fin de que un líder salvador y único pretenda dirigir nuestros destinos para perpetrarse en el poder.

 

El final de un paradigma

Los últimos quince años de nuestra historia han marcado un antes y un después en la vida de los argentinos. La decadencia institucional que acarreamos desde hace ochenta años ha tocado fondo y está llegando a su fin; lamentablemente, tuvimos que sufrir una decadencia moral y educativa más grosera aún que la financiera, que caló hondo en buena parte de los ciudadanos, todo ello, para finalmente, advertir que es mejor que la razón prime sobre la fuerza, que la lógica conlleva racionalidad y que el bien es mejor que el mal.

 

 

 

 

 

 

Gustavo P. Forgione
Director

 

Página Web  facebook  Twitter  Correo electrónico  Whats App +54 911 5109-8824


    Compartir en google+

Baje éste artículo en un documento Word

para imprimir



Publicaciones relacionadas:

La Hoja Federal Nº 159 - 17/05/2015 - Luego de una década de despilfarro, rapiña e imprevisión "La bomba ya está activada"

La Hoja Federal Nº 151 - Cuando no gobierne el kirchnerismo "Habrá que recuperar las instituciones" - 30/01/2015

La Hoja Federal Nº 146 - Una forma muy corta de pensamiento nacional "Cambio de Paradigma" - 04/07/2014

La Hoja Federal Nº 134 - "La ruina de las instituciones" Cabe pensar el objetivo del sistema kirchnerista - 01/08/2011

La Hoja Federal Nº 128 - "Pagar más caro" por lo mismo o peor - 21/08/2009

La Hoja Federal Nº 124  - La A.N.Se.S. "El nuevo Banco Central" - 07/05/2009

La Hoja Federal Nº 74 - Combate a la moneda y "Exportación del Mercado de Capitales"  - 15/06/2005

La Hoja Federal Nº 72 - 07/11/2003 - "A la espera de una Reforma Previsional" ¿Amenaza de un nuevo embate financiero?

La Hoja Federal Nº 45 - 23/01/2001 - Deuda Pública "Ahora sí será Externa"

La Hoja Federal Nº 42 - 08/11/2000 - "Estamos cada vez más lejos del Investment Grade"

La Hoja Federal Nº 23 - 26/11/1999 - Un tema demasiado conversado "La Deuda Externa"

La Hoja Federal Nº 5 - 30/07/1999 - "Costo Financiero" La principal influencia del abultado Costo Argentino

La Hoja Federal Nº 1 - 05/07/1999 - "Deuda Externa" La nueva joya de la abuela

 


La Hoja Federal

 

Director

Gustavo P. Forgione

 

Teléfonos:

(011) 15 + 5109-8824

 

Los editoriales y artículos del director pueden ser difundidos citando la fuente y los derechos reservados.

Para transcribir otros  artículos firmados, debe consultar con su autor y con La Hoja Federal

 

Alojamiento en Internet: InfoRed

 

Vea el último número desde aquí

Ir al Índice General y buscador interno


 

Suplementos:

 Sistema Previsional  -   Retenciones   -   Aviación Civil   -   Malvinas 

 


Suscripción

Suscríbase gratuitamente o suscriba a un amigo a La Hoja Federal

mediante nuestro formulario en línea ingresando desde aquí o envíenos un mensaje a hoja@infored.com.ar

 

Baja de Suscripción

Si no quiere recibir más esta publicación o modificó su dirección de correo electrónico, envíenos un mensaje a nuestra dirección hoja@infored.com.ar, indicándolo.


Publicación protegida por la Ley 11.723 y las normas del derecho de autor.

Inscripción  DNDA: 838.831 - © 1999 - 2014